Hola a todos, desde hoy decidimos retomar el blog, ya que lo teníamos bastante olvidado, por culpa en gran parte del exceso de trabajo, y es que estamos que no paramos de contentas con nuestros eventos, en especial las bodas. Y hablando de bodas comenzamos este post con una de ellas.
Y es así, que no todas las bodas son iguales. Quien diga lo contrario, miente. Cada boda es única y la de Cristina y José Emiliano destacó por su estilo impecable y la perfección en los detalles. Cristina es una de esas novias con una elegancia innata y una sonrisa que engancha al objetivo. Me encantó su vestido de satén de seda, encajes de alencon antiguos y 75 metros de tul de seda con una cola de 3 metros. Como joyas lució unas antiguas de su abuela paterna, unos pendientes con caras romanas en oro y azules, compañeros al broche que sujetaba el velo y camafeo que llevaba en el cuello. ¡Una combinación que va a la perfección con la novia!
Para el maquillaje, Cristina recurrió a Verónica Raya una de sus mejores amigas, y gran profesional.
Respecto al velo colocado en la frente con un estilo victoriano de la época, lucia con una corona dorada creada en Biombo (Córdoba).
El ramo de novia de Cristina estaba elaborado con peonias y rosas, con el cuál luego sorprendió a sus amigas dividiendo este en tres partes iguales y haciéndoles entrega a cada una de ellas. ¡Un momento muy emotivo!
Los pajes iban en tonos blanco roto, las niñas con capotas de El Ropero (Écija), y encajes antiguos de Chantilly combinados con cinturones de hojas de eucalipto y los niños con coronas.
Una boda en la que las invitadas presumen de estilismo no pudieron faltar las pamelas, y los caballeros lucieron sus mejores galas de etiqueta.
La misa se celebró en Écija, el pasado 25 de Abril en la Iglesia Mayor de Santa Cruz. Posteriormente, se celebró en el Palacio de los Palma situado al lado de la Iglesia, un lugar especial y único en el centro de Écija. Un Palacio declarado bien de interés cultural.
En este mismo lugar, se vistió la novia, acompañada de sus amigas y su hermana. "Lo pasamos en grande, lo vivimos muy intensamente y con mucha emoción ese momento" nos cuenta la novia.
El Catering fue servido por Pasareli (Écija). Un aperitivo servido en el jardín del Palacio, con un gran buffet de quesos, y luego ya en el interior, un patio de columnas, se sirvió la comida.
Y el toque dulce lo dio el Candy Bar montado en el interior del salón junto a la barra libre y la música, lleno de chucherías, cookies, tartas y como no… ¡una estupenda decoración!
Espero que os haya gustado, a continuación os dejo algunas fotos de esta preciosa boda. ¡Hasta la semana que viene!























































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